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8 métodos para que los españoles ahorren el dinero que les cuesta ganar en 2025

Por Marta Ríos, 23 de junio de 2025

Con el precio de la luz en máximos históricos, los españoles buscan formas más eficaces de ahorrar. En especial, quienes superan los 45 años y pasan más tiempo en casa pueden beneficiarse significativamente de dispositivos que reducen el consumo eléctrico sin afectar la comodidad. Aquí presentamos 8 soluciones que ya están ayudando a familias a reducir su factura energética mes a mes.

1. El enchufe que corta la electricidad cuando tú te olvidas

¿Sabías que muchos electrodomésticos siguen consumiendo electricidad aunque estén apagados? El televisor en modo espera, el microondas con la hora encendida, el router o el cargador del móvil enchufado: todos suman en la factura. Este tipo de consumo oculto puede representar hasta un 10 % del gasto eléctrico mensual.

Ahorro estimado: hasta 200 € al año, especialmente en hogares con varios dispositivos electrónicos conectados las 24 horas.

Esto lo hace ideal no sólo para quienes viven en familia, sino también para personas a partir de 45 años que pasan más tiempo en casa y quieren reducir su consumo sin tener que estar pendientes de desenchufar manualmente cada aparato.

2. El cabezal de ducha que también reduce tu factura eléctrica

La mayoría de las personas no piensa en la electricidad cuando se ducha, pero el calentador eléctrico de agua es uno de los aparatos que más energía consume en casa, especialmente en hogares donde se usa a diario. Una ducha de 10 minutos puede suponer más de 2 kWh de electricidad, lo que se traduce en euros que literalmente se van por el desagüe.

Ahorro estimado: hasta 500 € al año en consumo eléctrico asociado al agua caliente

Este cabezal de ducha está diseñado para reducir el consumo sin perder comodidad. Gracias a su tecnología de limitación de caudal, mantiene una presión constante mientras utiliza menos litros por minuto.

Una solución perfecta para quienes desean tener un mayor control sobre su consumo sin renunciar al confort.

3. El termostato que evita calentar habitaciones vacías

Una de las principales causas del consumo excesivo de electricidad en invierno es la calefacción innecesaria. A menudo calentamos toda la casa, aunque solo utilicemos una o dos habitaciones. O dejamos la calefacción encendida cuando salimos de casa, por olvido o por costumbre. Este hábito sale caro, sobre todo teniendo en cuenta el aumento del precio del kilovatio. El termostato inteligente permite programar horarios, encender o apagar la calefacción desde el móvil y regular la temperatura por zonas. También detecta si las ventanas están abiertas o si no hay nadie en casa, evitando así el desperdicio de energía.

Ahorro estimado: hasta 1000 € al año solo en calefacción eléctrica.

Esta es una ventaja clave para quienes pasan más tiempo en casa, dan prioridad a la comodidad, pero también buscan la eficiencia y el control de sus gastos mensuales.

4. La bombilla que sabe cuándo debe apagarse

La iluminación tradicional sigue siendo una fuente de gasto energético innecesario en muchos hogares. A menudo se dejan luces encendidas sin querer, especialmente en pasillos, baños o cocinas, lo que a lo largo del año puede acumular decenas de euros en la factura. Además, las bombillas antiguas consumen más y duran mucho menos.

Las bombillas no solo ofrecen una luz cálida y eficiente, sino que incorporan sensores de movimiento y temporizadores que apagan la luz automáticamente cuando ya no es necesaria. Esto es especialmente útil en estancias de paso o para personas que valoran la simplicidad y no quieren preocuparse por apagar todo al salir de una habitación.

Ahorro estimado: hasta 800 € al año en consumo eléctrico

Gracias a su larga vida útil (hasta 25 000 horas) y a su eficiencia energética, son ideales para quienes tienen una rutina diaria estable en casa.

5. El sellado térmico que alivia tu factura eléctrica

Aunque no lo veamos, muchas viviendas pierden energía constantemente a través de pequeñas rendijas en puertas y ventanas. Este tipo de fugas térmicas obliga a encender con más frecuencia la calefacción en invierno y el aire acondicionado en verano, elevando significativamente el consumo eléctrico sin que lo notemos. Sin necesidad de obras, este aislante crea una barrera contra las corrientes de aire, ayudando a mantener la temperatura interior estable durante más tiempo.

Ahorro estimado: hasta 400 € al año en calefacción o refrigeración

Ideal para viviendas más antiguas o con carpintería desgastada. Un pequeño gesto que mejora tanto el confort como la eficiencia energética.

6. Un sensor que enciende la luz solo cuando la necesitas

La luz encendida en un pasillo vacío o en el baño después de salir... pequeños gestos que, al repetirse día tras día, acaban provocando un consumo innecesario de energía. Especialmente en zonas de paso o en habitaciones donde solemos dejar la luz encendida por descuido.

Ahorro estimado: hasta 600 € al año en iluminación innecesaria

El sensor de movimiento se instala en el techo o en los enchufes y enciende automáticamente la luz cuando detecta presencia. Tras unos segundos sin movimiento, apaga la iluminación por sí solo. Se puede utilizar en combinación con bombillas LED para un ahorro máximo.

7. Aireador que hace más con menos energía

Cada vez que nos lavamos las manos, fregamos los platos o nos duchamos, nuestro calentador eléctrico consume energía para calentar el agua. Al utilizar el aireador, el aire se mezcla con el agua, reduciendo el caudal sin pérdida de presión, lo que significa menos litros para calentar y, por lo tanto, un ahorro energético significativo.

Ahorro estimado: hasta 450 € al año en electricidad

Estos aireadores proporcionan un caudal confortable, igual que el habitual, al tiempo que reducen el consumo de agua hasta un 50 % y, por ejemplo, disminuyen el gasto energético asociado al agua caliente que se utiliza en las tareas cotidianas. Su instalación es sencilla: se desenrosca el adaptador antiguo y se instala el nuevo en cuestión de minutos.

8. Panel solar portátil que ayuda desde tu ventana

Aunque pueda parecer extraño, ya es posible cargar teléfonos móviles, lámparas o pequeños electrodomésticos con energía solar sin necesidad de instalar grandes paneles ni realizar obras. Estos paneles portátiles se instalan en ventanas, terrazas o balcones, captan la luz solar directa y convierten esta energía en electricidad que se puede utilizar de inmediato.

Ahorro estimado: hasta 1600 € al año en consumo de electricidad, gracias a la reducción de la dependencia de la red para alimentar pequeños dispositivos y a la mejora de la eficiencia energética diaria.

Ideal para viviendas urbanas en las que no es posible instalar grandes sistemas solares y es necesario aprovechar cada vatio de energía solar, especialmente útil para personas mayores que prefieren soluciones sin complicaciones técnicas.